
Estoy convencida de que nos encontramos en el principio de una nueva era, caracterizada por la permacrisis, nuevos riesgos y complejos desafíos multifacéticos para las empresas.
Esto obliga a una constante transformación y a una adaptación sin precedentes en el mundo corporativo. Toca reinventar el negocio.
El pensamiento vigente hasta hace unos años, liderado por Milton Friedman, centraba el objetivo de la empresa en servir, únicamente, a sus accionistas. Esta forma de ver el mundo corporativo ya no funciona, no conecta con la sociedad.
Nos hallamos en un contexto donde las empresas que quieran triunfar tienen, necesariamente, que incorporar el Propósito Sostenible a su estrategia, a sus valores, a sus operaciones y a sus políticas y procedimientos. El propósito empapa la empresa. Es el capitalismo de los stakeholders.
Rumbo al Propósito Sostenible
Al Propósito Sostenible hay dos formas de llegar. La primera es por las buenas, por convencimiento:
- Porque hay una oportunidad de negocio vinculada a segmentos de clientes que están dispuestos a pagar una prima por un producto o servicio sostenible. Nos recuerda Korn Ferry que los productos de consumo de empresas con propósito han crecido un 6,5% más que sus homólogos no sostenibles.
- Por el impacto positivo en la cuenta de resultados derivado de un mejor acceso de la financiación de las empresas sostenibles. España está en el top 10 de mayores emisores de bonos con criterios ESG y, el año pasado, la financiación sostenible se situó en una cifra récord de 60.134 millones de euros, un 9% más, según el informe anual de OFISO.
- Por constituir un importante elemento de atracción y retención de talento, especialmente de profesionales pertenecientes a la generación Z.
Más de 2200 empresas, con una capitalización bursátil conjunta de 38.000 millones de dólares, se han comprometido con planes de cero emisiones netas, incorporando objetivos creíbles de reducción de emisiones basados en la ciencia para alinearlos con el Acuerdo de París.
Las empresas deben incorporar el Propósito Sostenible a su estrategia, a sus valores, a sus operaciones y a sus políticas
La segunda forma de llegar al Propósito Sostenible es por las malas, digamos, arrastrados por la oreja: el tsunami regulatorio ya está aquí. En este caso, tiene que ver con anticiparse a una obligación regulatoria, evitar una sanción o gestionar un riesgo. Esto es especialmente acusado en el sector inmobiliario.
Los objetivos de la Unión Europea de descarbonizar la economía en 2050 difícilmente se conseguirán si no se tiene en cuenta la superficie construida, que supone el 40% del consumo energético y el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los activos inmobiliarios menos actualizados corren un elevado riesgo de depreciación de su valor en el mercado.
El desafío para el Propósito Sostenible es evitar que se quede en unas frases bonitas de consultor o en unas diapositivas de PowerPoint. La buena noticia es que, hoy día, tecnologías disruptivas tales como la inteligencia artificial (IA), el blockchain o la IoT son palancas fundamentales para hacer realidad el propósito de la compañía y avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (OSD) que se hayan establecido.
Sostenibilidad y transformación
Las áreas de sostenibilidad están haciendo grandes esfuerzos en la elaboración de reporting de la información, motivadas por la necesidad de cumplir con los requerimientos de la CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) y por converger en la calidad de los datos de ESG con la que, en la actualidad, tienen los informes financieros.
Personalmente, me interesa mucho más la acción, hacer realidad los objetivos de ESG a través de la tecnología. Veamos algunos ejemplos.
En el caso de las oficinas, la nube, la analítica predictiva y la generativa, y el IoT, se combinan en las plataformas de edificios inteligentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a través de la gestión de la climatización, que es responsable de casi la mitad del consumo energético en un edificio de oficinas. Además, esto se realiza en tiempo real, teniendo en cuenta el nivel de ocupación, la calidad del aire o la temperatura exterior. Todo ello permite conseguir ahorros de entre el 10% y el 15% de la energía, y mejoras de productividad de hasta el 8%.
Es más, impulsar la sostenibilidad tiene premio: según CBRE, las oficinas sostenibles gozan de un 10% más de ocupación y de hasta 200 puntos básicos más de TIR. Dos elementos del binomio que determina la valoración de un activo inmobiliario.
El blockchain es extremadamente útil para garantizar la trazabilidad de la cadena de aprovisionamiento (muy interesante en el sector de la moda o la alimentación) o de los materiales empleados para evitar, por ejemplo, el uso de diamantes de sangre en joyería.
Por su parte, la impresión 3D también ayuda a reducir el consumo de materiales y a facilitar la consecución del ODS 12 en cuanto a la producción y consumo responsables.
Unidos en el propósito
Pero no solo la tecnología es un habilitador crítico de la sostenibilidad. Según Infosys Knowledge Institute, el porcentaje de éxito de cualquier programa de transformación digital se dispara si existe una guía de referencia clara en términos de propósito.
A nivel corporativo, es necesario que se produzca un acercamiento entre el consejo de administración, el comité de dirección y las áreas de TI de la organización, un requisito esencial para guiar estratégicamente a la empresa. Esto no solo implica una comprensión básica de las herramientas y sistemas actuales, sino también una apreciación profunda de cómo estas tecnologías pueden influir en el modelo de negocio y transformarlo.
El desafío para el Propósito Sostenible es evitar que se quede en unas frases bonitas de consultor o en unas diapositivas de PowerPoint
Por otro lado, existe una necesidad igualmente crítica de que los profesionales y departamentos de tecnología se acerquen más al núcleo del negocio. Esto significa ir más allá del conocimiento técnico y comprender a fondo las operaciones, estrategias y objetivos de la empresa. Los tecnólogos deben ser capaces de identificar y proponer soluciones que no solo sean viables desde el punto de vista técnico, sino que también se alineen con los objetivos comerciales de la organización y los potencien.
Este acercamiento bidireccional no solo mejora la toma de decisiones y la ejecución de estrategias en todos los niveles de la empresa, sino que también fomenta una cultura de innovación y adaptabilidad.
En definitiva
La integración de los criterios de sostenibilidad en el núcleo de las estrategias empresariales, además de tendencia, es una necesidad imperiosa para el futuro de los negocios. Las tecnologías disruptivas emergen como un aliado estratégico y el área de TI se constituye no solo en facilitador, sino en motor crítico en esta transformación.
En la nueva era que se abre ante nosotros, estos son pilares fundamentales para asegurar un crecimiento sostenido, ético y alineado con las expectativas de una sociedad cada vez más consciente y exigente.