Sostenibilidad en el datacenter

Los centros de datos como parte de la solución

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Sostenibilidad en el datacenter

Los datacenters se suelen ver señalados como corresponsables de la crisis climática debido a su elevado consumo de energía. Si bien es cierto que representan el 1% del consumo mundial de electricidad, y entre el 3% y el 4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y que, además, en 2025 aumentará un 50% su huella eléctrica y crecerán sus necesidades energéticas, no lo es menos que son indispensables para mantener el crecimiento económico e impulsar la innovación, sin la cual será imposible frenar el cambio climático.

amón Rodríguez Salmerón

Es una evidencia. La demanda de energía en los centros de datos crece anualmente a un ritmo del 4,66%, lo que, según los analistas, se traducirá en un volumen de mercado de más de 410.000 millones de dólares en 2027.

Pero también hay que tener en cuenta que la efectividad media anual del uso de la energía (PUE, power usage effectiveness) ha mejorado, pasando de 2,5 en 2007 a 1,55 en 2022, lo que indica un crecimiento significativamente sostenible.

Sin embargo, debido a su huella eléctrica, los centros de datos han sido tachados de perjudiciales para el medio ambiente y, con la amenaza de apagones continuos balanceándose sobre nuestras cabezas, también como un reto para la seguridad energética. Los problemas del sector son bien conocidos, pero se aprecian poco sus beneficios que proporcionan, en concreto su papel a la hora de ayudar al planeta.

El valor de los datacenter

A pesar de los desafíos medioambientales y energéticos que plantean, los centros de datos son vitales en nuestro día a día. A medida que el mundo se digitaliza, cada vez generamos y consumimos más datos a través de nuestras interacciones con la tecnología, en sus diversas manifestaciones. Nadie quiere dejar de ver series en Netflix, de comprar en Amazon o de escuchar música en Spotify; y los datacenters son esenciales para estas y otras actividades.

Los datos están en el centro de nuestra vida, muchas de cuyas facetas dependen de ellos para discurrir con facilidad y sin interrupciones. Pero su valor trasciende lo cotidiano. En sectores como la sanidad o la educación desempeñan un papel vital en la innovación: los educadores pueden utilizar los datos para personalizar las experiencias de aprendizaje de sus alumnos, y los científicos servirse de ellos para desarrollar nuevos tratamientos y terapias.

Por ejemplo, el Instituto Wellcome Sanger es un líder mundial en investigación genómica y secuenciación de ADN que utiliza el poder de los centros de datos para mejorar los resultados de sus investigaciones sobre cáncer, malaria y otros patógenos, como el covid-19. El volumen y la velocidad de su investigación pionera dependen de la capacidad de procesamiento localizado del mayor centro de datos genómicos de Europa.

De contaminantes a esenciales

Los centros de datos luchan hoy contra una serie de conceptos erróneos sobre lo que son, por qué son importantes y cómo afectan al medio ambiente. El consumo de datos, por ejemplo, está alimentando la demanda de datacenters, lo que crea un ciclo que se autoperpetúa para el reto de la sostenibilidad del sector.

Pero la digitalización y la convergencia con la energía de origen renovable serán los catalizadores de un futuro neto cero, no la razón de su caída. Sin centros de datos no tendríamos la capacidad —ni la habilidad— de procesar datos de sostenibilidad, ni la de impulsar mejoras innovadoras.

La automatización y la analítica de datos serán fundamentales para crear instalaciones erigidas sobre la eficiencia y la sostenibilidad

Digital Realty y ADigital publicaron, en octubre de 2022, un artículo conjunto en el que estudiaban los nexos de sostenibilidad y digitalización. En él observaron que existe un punto de inflexión a partir del cual la digitalización de la sociedad permite reducir las emisiones de carbono asociadas. España ha sobrepasado ese punto, por lo que cualquier esfuerzo adicional en digitalización —y esto es lo que hacen los centros de datos— supone una reducción en las emisiones equivalentes de CO2.

Para crear un futuro verde y sostenible para el sector de los datacenters, debemos mejorar la forma en que se diseñan, construyen, alimentan y operan. Esto requiere que los líderes del sector se centren en el cambio sostenible, aprovechando el poder del hardware, el software y la automatización para introducir la sostenibilidad en todos los aspectos del ciclo de vida.

Una explosión de datos

La digitalización sigue siendo un importante motor de crecimiento e innovación en Europa. Las economías del viejo continente se basan cada vez más en tecnologías y servicios digitales y, por tanto, en datos. De hecho, para 2025 se espera que el volumen de datos creados, capturados, copiados y consumidos en todo el mundo alcance los 181 zettabytes: hablamos de más del cuádruple del nivel que se registró en 2019.

La automatización y la analítica de datosLa inversión en la economía digital crea empleo y desbloquea una ventaja competitiva para las empresas europeas. A medida que la economía se digitaliza y continúa el auge de los datos, se requiere una mayor capacidad de TI en infraestructuras seguras, conectadas y gestionables. En última instancia, los datos son la automatización de nuestra actividad y comportamientos, por lo que su gestión es fundamental para permitir el crecimiento.

La solución a esto es un software más avanzado, donde la digitalización de extremo a extremo de los centros de datos puede ayudar a agilizar las operaciones, mejorar la eficiencia y reducir los costes. Este nivel de digitalización también aminora las emisiones de carbono, ya que dota a los responsables de los datacenters de un control más estrecho sobre el consumo de energía y agua, y de la capacidad de detectar áreas de mejora.

Emplear soluciones de software para digitalizar el ciclo de vida mejora la velocidad, la precisión y la sostenibilidad. Gracias a la automatización, pero sobre todo a la analítica, los responsables de los centros de datos pueden crear instalaciones erigidas sobre la eficiencia y la sostenibilidad. Su consumo de energía siempre será alto, pero solo impulsando una mayor digitalización podremos descarbonizar nuestra red.

Por otro lado, los principales actores dentro del sector de los centros de datos (gigantes de Internet y grandes empresas de colocation) están muy avanzados en políticas de sostenibilidad, con compromisos de descarbonización muy exigentes. Como ejemplo, estas empresas suponen el 34% de la capacidad de PPA (power purchase agreement) contratada a nivel global, con Amazon, Google, Microsoft y Meta entres las seis primeras.

No cabe duda de que los centros de datos desempeñan un papel integral en el funcionamiento del planeta, y que resultarán fundamentales para ayudarnos a frenar los efectos negativos del cambio climático. Si utilizamos los datos y la digitalización de un modo más eficiente, podremos impulsar nuevos comportamientos que serán beneficiosos para nuestro planeta.

En muchos aspectos, los centros de datos, lejos de arruinar el planeta, actuarán como catalizadores de ese deseado cambio sostenible.

Digitalización, sostenibilidad y centros de datos

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